Las especies del orden chiroptera (murciélagos) tienen diferentes formas de alimentarse. Encontramos especies que comen fruta, polen, pequeños vertebrados o sangre, pero es sin duda la insectivoría la forma más extendida de alimentación entre los murciélagos. Todos los murciélagos ibéricos basan su alimentación en insectos y otros artrópodos, aunque algunas especies lo complementen con pequeños vertebrados. Los murciélagos insectívoros necesitan consumir grandes cantidades de insectos todas las noches para mantener su actividad. Para el murciélago de cola de ratón (Tadarida brasiliensis) se ha calculado que necesita ingerir entre un 39 y un 73% de su peso en insectos, según la época del año (Kunz et al. 1995). Se estima que el murciélago ratonero ribereño (Myotis daubentonii), de unos 10g, captura unos 7,6 insectos por minuto lo que resulta en un consumo total de entre 4 y 8 g por noche (Encarnação y Dietz 2006). El murciélago café pequeño (Myotis lucifugus), de tamaño similar, puede comer de 4 a 7 g de insectos por noche (Kurta et al. 1989) aunque hay estudios que estiman un consumo algo menor (Anthony y Kunz 1977).

Esta voracidad hace que los murciélagos tengan gran potencial como controladores de plagas. Una colonia de 150 murciélagos morenos (Eptesicus fuscus) es capaz de consumir hasta 1,3 millones de insectos por año, en su mayoría plagas agrícolas (Whitaker 1995). Uno de los ejemplos más significativos es el del murciélago cola de ratón (T. brasiliensis) en el suroeste de Texas (USA), donde se ha estimado que su control sobre el gusano del algodón (Helicoverpa zea) permite un ahorro para la agricultura de unos 741.000$ (Cleveland et al. 2006). Otro estudio sugiere que la reducción poblacional sufrida por los murciélagos Norteamericanos en las últimas décadas puede haber causado unos 3,7 billones de dólares por año en pérdidas para los agricultores (Boyles et al. 2011). En España, investigadores del Museu de Granollers están estudiando la importancia del murciélago de Cabrera (Pipistrellus pygmaeus) en el control del “cucat” del arroz (Chilo supressalis), concluyendo que debe tener cierta importancia en su control. Respecto a las plagas forestales, existe un interesante experimento realizado en bosques tropicales de Panamá. Se determinó que el impedir el acceso de murciélagos a una zona de bosque aumentó en un 153% la abundancia de artrópodos en las plantas, y en un 209% los efectos negativos de las plagas sobre las mismas. Se demostró además que los murciélagos eran más efectivos que las aves en este sentido (Kalka et al. 2008).

En Càdec somos especialistas en el estudio y la conservación de murciélagos. Hemos realizado diversos proyectos de instalación de refugios artificiales para atraer colonias a zonas con baja densidad de murciélagos. Desde nuestra experiencia ofrecemos el diseño y la ejecución de proyectos de control de plagas agroforestales mediante murciélagos.

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